Ya hace 15 años que el Malba nos convoca a retrospectivas de grandes artista extranjeros y argentinos, exposiciones curadas con la intención de incluir al espectador en propuestas lúdicas en las que el arte es vida y no una experiencia fosilizada.
Hasta el 31 de octubre los que quieran saber un poco más sobre la controversial Yoko Ono tienen que ir al Malba, de este modo se asomarán a objetos, videos, instalaciones y registros sonoros producidos por la artista japonesa desde los 60 hasta la fecha.
Especialmente me referiré a los trabajos conceptuales de su serie Instrucciones: piezas compuestas por mensajes simples y poéticos que nos invitan a realizar determinadas acciones.
Recordados por todos, las performances antibélicas de John y Yoko de la década del 60, controversiales e incomprendidas por muchos, hoy adquieren una fuerza inusitada en el marco de la exposición.
Las intrucciones escritas en los muros proponen acciones.
Una de ellos es reparar con cinta de papel e hilo sisal la vajilla de losa blanca hecha pedazos:
Mesas blancas rodeadas de sillas nos invitan a intentar unir los fragmentos. La experiencia es clara: lo que destruye la guerra es imposible de reconstruir.
Ph. Daniel Gluzmann |
Yo até dos fragmentos como pude y me quedó una taza inútil. Por más que lo intenté no pude hallar los pedazos correspondientes.
En las estanterías yacen trabajos como el mío, algunos ostentan la obsecada intención de unir con mucho hilo o mucha cinta lo que quedó quebrado para siempre.
La contemplación de los fragmentos blancos sobre el espacio blanco genera impotencia pero también un gran deseo de imaginar la paz.
Y para ello, en una pared cercana, encontramos pegados todos los mapas del mundo y la invitación de sellar nuestro deseo de paz con el imperativo "Imagina la paz".
Un televisor solo en una sala que nos muestra el cielo que a veces nos olvidamos de mirar.
Una escalera para subir a la claraboya y acordarnos de que el cielo está allí para que levantemos la cabeza.
Otra escalera para subir a buscar la palabra "sí" con una lupa.
Ph. Daniel Gluzmann |
O una tela en blanco, con una hueco en el centro, nos invita a ofrecer nuestra mano, nuestra conciencia, nuestra imaginación.
Yoko nos propone no resignarnos y seguir soñando con un mundo donde la paz sea posible.
ph.Daniel Gluzmann |
Gracias Érica Ferioli, Silvia Bañas Cobas y Daniel Gluzmann por acompañarme en este recorrido.
increíble muestra, hoy más vigente que nunca...
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