Mañana culmina, una vez más, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Nacida en 1974 en el Predio Municipal de Exposiciones, nos ha acompañado a los argentinos a lo largo de todos estos años marcados por muy distintos climas políticos, sociales y económicos.
Tenía 16 años cuando fui a la primera con un grupo de compañeras y mi profesora de Lengua del secundario. Mi mamá me había dado algo de plata para comprarme libros y recuerdo que me perdí por los pasillos (dentro de un predio muchísimo más reducido de lo que es hoy la feria en la Rural) buscando el libro para mí. Ese día me impactaron los stands de otros países y provincias, las conferencias, la libertad de deambular hasta perderme fue algo muy nuevo y muy estimulante.
Luego, a lo largo de los años, la Feria provocó en mí indiferencia o desinterés, sentimiento de obligación, enojo y hastío, infinito cansancio, calor y pies cansados, deseos de huir al refugio de una buena librería en la calle Corrientes, donde pueda buscar y encontrar los libros que quiero en un lugar a mi medida... Quizás retornó en mí el entusiasmo cuando fui a acompañar a la presentación de sus libros a amigos muy queridos. Quedó en el recuerdo la anécdota de cuando paré con mucha convicción delante del stand de SM, Barco de Vapor, a mi amiga Diana Briones, autora de libros infantiles y le dije: " El año que viene, acá vas a estar vos" y así fue, con su primera novela premiada, "El tiempo vuela".
"Sin distracciones", fotografía de Laura Celeste Priano |
Pero recién este año pude comprender qué me pasa en la feria y por qué: La Feria está pensada para hacernos creer que somos inmortales. Así caminamos acariciando con la mirada las tapas de millones de libros, de autores de todo el mundo, de ayer y de hoy, como la infinita Biblioteca de Babel servida como un gran banquete al que no podríamos degustar aunque le entregáramos toda una larga vida con sus días y sus noches. Esa descomunal proliferación de la letra escrita, esa hiperbólica devoción por el único mágico objeto de consumo que tiene alma y que sólo se enciende si lo desciframos letra a letra en un espacio mental de silencio y rara alquimia.
"De menor a mayor", fotografía de Eduardo Pelait |
Este año disfruté como nunca de la Feria, me maravillé con los libros infantiles, tan hermosos que uno quisiera tener hijos chicos, o nietos o volver a ser niño... Por suerte tengo a mis sobrinos chiquitos y me pude sacar el gusto de comprar algunas de esas bellezas. Los libros de arte, por supuesto. Y las novelas... ¿cómo elegirlas, cuáles comprar y por qué? Dejarse llevar por la inspiración, obedecer al deseo. En la Feria, como en la vida, hay para todos los gustos. Y eso está bien. Veía las largas colas de fanáticas de sagas desconocidas para mí como "El Caballero de Fuego", sacándose fotos con el fondo de los libros expuestos. Libros de colores de más de 400 páginas cada uno que Alfaguara ( con buen criterio) cataloga como "Libros de entretenimiento". Best- sellers, los llamábamos antes.
Por suerte hoy también es best-seller Eduardo Galeano con su nuevo libro "Los hijos de los días" .¡Y pensar que allá por los negros años de la dictadura estaba prohibido "Las venas abiertas de América Latina"!
El libro de tinta y papel está vivo, muy vivo. Es una industria que mueve millones, porque hay millones de lectores que todavía quieren consumir cultura, mal que les pese a los agoreros que se olvidan de que Ray Bradbury escribió "Fahrenheit 451", justamente para exorcizar el miedo al futuro.
Comparto con ustedes, el cortometraje ganador del Oscar 2012, "Los fantásticos libros voladores", a mí me lo acercó Eduardo D´Argenio y me deslumbró.Vale la pena que se tomen unos minutos para disfrutar de esta obra de arte encantadora.
genial tu crónica que excede la feria del libro. Me gusta tu punto de vista personal, original, sin lugares comunes.
ResponderEliminarEl video, una exquisitez, original y creativa !
Si, aquí también cerraba la feria del libro de Turin,el mismo día, esta vez no fui tan valiente como vos Eleonora y no fui. Creo que vos estas algunos niveles mas adelante. En cierto modo sigo como en una suerte de resistencia a las mega muestras en las cuales encuentro muy poco margen de lectura interrsticial, de respiro de pneuma reflexivo o de contemplación, y siempre hace calor. veo que vos te lo has procurado ese margen y te admiro.
ResponderEliminarMe pasa lo mimo con las atiborradas ferias de arte. Instalaciones apretadas y señalizaciones de laberintos lógicos y resueltos que no permiten ni siquiera perderse me han desganado de formar parte de ese publico. Que bueno que hables de este tema Eleonora, siempre me haces reflexionar. Con una mirada renovada. Así se pasa siempre a otro nivel y uno vuelve a la esencia, a la escritura y se vuelve a pensar en los primeros encuentros con Joice, con Benjamin, esos que descubrimos en las librerías alquimicas de la ciudad. La próxima vez iré recordando tu experiencia y te lo contare en algún bar de Buenos Aires o quizás de Turin. Muchas gracias por compartir esto.
El film de los Libros voladores es hermoso, lo vi hace unos meses y me parecido genial. Muy bien D'argenio.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Laura, por tu comentario que siempre es tan interesnte! Me encanta saber que estás del otro lado compartiendo lo que nos gusta de la vida y el arte.
ResponderEliminarGracias Daniel, por estar siempre.
Muy bueno, Lili! Me gustó mucho eso de "El libro de tinta y papel está vivo, muy vivo. Es una industria que mueve millones, porque hay millones de lectores que todavía quieren consumir cultura, mal que les pese a los agoreros que se olvidan de que Ray Bradbury escribió "Fahrenheit 451", justamente para exorcizar el miedo al futuro". Y por supuesto, gracias por la referencia al videíto que tanto te / nos gustó :-)
ResponderEliminarHermosa nota, Eleonora!! Para mí también el libro de tinta y papel está bien vivito y coleando.
ResponderEliminarComo vos, soy de las que se hastiaron de la Feria. Hasta que, fiel a tu vaticinio de que allí estaría el año siguiente (y que conste que no fue una premonición de bruja, sino que fuiste mi primer jurado), tuve que ir obligadamente todos los años. Y qué querés que te diga, a la Feria ya "la quiero por costumbre como a una esposa vieja" (sic Leo Masliah). Me encanta ir, recorrer stands de editoriales (donde miro muuucho más de lo que compro) donde encuentro libros raros y delicados, bizarros, inútiles e increíbles; y librerías, en donde revuelvo ofertas, hojeo, leo solapas y contratapas (y a veces, hasta algún libro infantil completo, con la rara sensación de estar "robando", ya que raramente compre lo que leo), miro, chusmeo, compro y me voy chocha de tener libros como para leer durante todo el año, hasta la próxima... Y por esa condición de permanencia que tienen los libros, no me preocupo de conseguir los famosos, los premiados, esos que acaban de salir. Ellos llegan a mis manos, tarde o temprano. Por eso, para mí, una tarde de Feria al año ya es parte de mi rutina, pero de las rutinas placenteras. Y más si la compartimos, como este año ¿no te parece?
Ah, soy Diana, jajaja!!! Me olvidé de "firmar". Y también de decirte que me maravilló el corto, es pura poesía!!!
ResponderEliminarGracias por pasar, Eduardo. Es un honor para mí que leas estas crónicas!
ResponderEliminarHola Anónima demasiado conocida, ja, ja... Querida Diana, es lindo compartir la vida con vos. Las tardes en la feria del libro, las comidas o los campamentos... la vida, amiga.
Lili,como siempre me gusta todo.Pero...la actitud de tu sobrinito
ResponderEliminarme tiene subyugada,es única y me encanta!Beso y abrazo.Berta.
Lili:relei tu nota sobre la feria del Libro.Me gustó mucho coincidimos en lo que nos pasó las primera veces que hemos ido a la feria y vro cambió,son cantidades de años desde 1974 a la fecha.Me gusta cómo escribis,cómo el libro está y ha estado en nuestras vidas y es objeto necesario
ResponderEliminardel deseo de cada uno que accede a él.Sentir las tapas,oler las hojas es un deleite.Además el video es espectacular y muy emocionante.Gracias por compartirlo.
Hola Berta, me da mucho gusto que que leas el blog y que comentes, es como estar charlando de las cosas que nos interesan con mayo profundidad de lo que se puede en el Facebook, no te parece? Gracias por tus comentarios. El video es una joyita, precioso, tenés razón.
ResponderEliminarEleonora estás cambiando el mundo.
ResponderEliminarAyer supe que la feria del libro de Turín no cerró, es más, abrió ayer y la verdad es que Después de haber leído tu texto y sobre todo los comentarios de Berta, a quien no conozco pero intuyo que por la intensidad y la síntesis de sus comentarios debe ser alguien de una rica experiencia humana. Resultado : Mañana iré a la feria del libro de Turín y lo haré con un entusiasmo que hace años no he tenido. Infinitas gracias a vos y a todos los que participan en tu blog.
Ah, volví a ver el video de "los libros voladores" lo había visto hace unos meses y la verdad que ahora el contexto era otro. Mas besos.
Querida Laura:
ResponderEliminarQué lindo, cuando vayas a la Feria, allá estaré un poquito yo también, contame después cómo la viste, qué te encontraste, cómo te sentiste entre estos libros en italiano.
Berta es la mamá de Daniel, y sí, pudiste captar en tan pocas líneas que es una mujer con mucha experiencia y mucha sabiduría de la vida, pero además una intelectual de vanguardia. Tenemos en casa muchos de los libros que ella había comprado, como la colección completa de Brecht, por ejemplo.
Muchos abrazos para vos, también.
Laura dijo
Eliminar"Eleonora estás cambiando el mundo..." pavada de frase no??
Es que en realidad no se si al mundo, pero a mi si me cambiaste y mucho... para bien por supuesto !
Queridos: Eleonora y todos los que hacen este hermoso lugar de encuentro, aquí estoy de nuevo después de mi visita a la feria del libro, además como en Turin hacía bastante calor, dentro de la feria se estaba muy bien con el aire acondicionado, ja ja.
ResponderEliminarVi muchas cosas, entre ellas, ediciones antiguas de la Divina Comedia con miniaturas góticas, increíble, eran trabajos de exposición y no de venta, también encontré un lugar,que creo que será un proyecto de viaje, se llama Area de Tortoli y queda en Sardegna. Yo me acerqué al stand de Sardegna atraida por unos afiches y me fui con un catálogo de un lugar mágico en el cual se encuentran antiguas construcciones de piedra que me remitieron a lo que estoy haciendo en mi obra.
Di umas cuantas vueltas, de a ratos acompañada y de de a ratos sola y compré dos libros de historia curados por Umberto Eco, "La Hitoria de La Belleza" Y " La Historia de la Fealdad". por supuesto que en los stands de latinoamerica busqué "El Arbol de las Lilas", pero no lo encontré, de modo que en junio no voy a poder dar mi comentario en el café literario del blog, uffa. Otra véz, Gracias Eleonora por todo esto que lograste que hiciera, besos y mas besos. Ha me olvidaba, vi también un hermoso cartel en un stand de clásicos con una cita de Italo Calvino que decía: "...Il classico è un libro che non ha mai finito di dire quello che ha da dire..."
"... El Clásico es un libro que nunca ha termidado de decir aquello que tiene para decir..."
Qué buena la frase de Italo Calvino.
EliminarLos dos libros de Eco son hermosos, hace rato que los ojeé en la librería y me parecen interesantísimos...
Qué bueno lo que encontraste de las piedras, Cerdeña no está tan lejos para vos, en algún momento quizás puedas ir.
O sea, que valió la pena, entre tanta letra escrita había algo que estaba esperándote. Un abrazo y hasta la próxima.