Para pasar un sábado perfecto en el DF vale la pena acercarse a la señorial colonia de San Ángel al sur de la gran ciudad.
Es un placer caminar por las empedradas callecitas donde las buganvillas en flor cubren los altos muros que esconden las suntuosas mansiones o asomarse al patio de la iglesia principal.
Luego, alrededor de la plaza San Jacinto y en la plaza en sí se congregan los mejores artesanos y artistas que exponen su obras conformando un espectáculo hermoso y colorido. Una verdadera exposición al aire libre, festival de colores, aromas y sonidos.
Lo más pequeño y hecho en serie como las muñequitas de tela o las canastas de mimbre. O las sofisticadas catrinas de cerámica esmaltada, las flores de papel, los bordados, las piñatas gigantes, las antiguëdades.
A la hora del mediodía se pueden probar los típicos platos mexicanos en el restaurante ubicado en el patio de la casona colonial que aloja el Bazar del Sábado. Pero también se puede comer en la calle o en alguno de lo barcitos con mesas en la vereda que se extienden a los largo de varias cuadras.
Es hermoso mirar y tentarse con algún recuerdo de ese lugar, hay de todo para todos los presupuestos.
Yo compré un almohadón de la Calavera Muerta de Risa en uno de los puestos más bonitos y originales del mercado, el de la simpática artesana Marcela Chirinos, en el que son protagonistas los corazones, las mariposas, y las catrinas estampadas o trabajadas en batik sobre remeras, almohadones, bolsos y chalinas .
Para más información sobre el Bazar del Sábado puede consultar aquí.
Cuánto color, qué precioso! Ah, México, qué ganas de conocerlo... Tus "buganvillas en flor" me recordaron un relato de García Márquez (ahora no recuerdo su nombre) donde conocí esa denominación de la santa rita tan hermosa: "buganvilla"...
ResponderEliminarEspero ver las catrinas, al menos, en la celebración del Fernandez Blanco :)
Un abrazo, Eleonora
ps: hablando de tus diarios quería avisarte que linkeé el de la tumba de Cortázar en un comentario que hice a este post de Luis en Suspende:
http://suspendelviaje.blogspot.com.ar/2014/02/contra-los-homenajes.html#comment-form
¡Gracias, querida Betina! Se viene mucho México en el Diario de viaje, con mucho color.
EliminarY yo ayer sentí lo mismo que Luis, qué importan los aniversarios para el gran Cronopio, eso sí. Cuando un compañero mencionó que cumpliría 100 años me largué a llorar, llena de estupor, porque Julio nunca dejó de ser joven para mí.
Un abrazo.