El Hospicio Cabañas, es un enorme edificio de estilo neoclásico, que en el pasado albergaba un gigante orfanato y que desde 1937 atesora los increíbles murales de José Clemente Orozco. Fue declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y vale la pena, si uno está paseando por México, pasar por Guadalajara para sumegirse en esta especie de Capilla Sixtina pagana donde el artista interpreta e inmortaliza para la posteridad la historia de los pueblos prehispánicos y el genocidio de la conquista y colonización de América.
Alguna fotos y perspectivas de las bóvedas nunca podrán reemplazar la experiencia de pasearse con la cabeza para arriba, hasta que duelan las cervicales y comprendamos que esos bancos en el medio de la nave central estaban pensados para la plácida y mística contemplación del visitante.
Qué buena idea la de los bancos para poder apreciar las obras con otra profundidad ( no sé si placidez, en este caso... qué imágenes tan fuertes y tortuosas!).
ResponderEliminarMe recordó la hermosa experiencia en el museo del Bicentenario contemplando el mural de Siqueiros acostados en el piso, disfrutando de los extraños seres acuáticos que, su vez, se acercaban a observarnos...
Gracias por esta nueva correspondencia
Un abrazo
Por el Museo del Bicentenario siempre paso y todavía nunca entré. Voy a ir en julio con tiempo.
ResponderEliminarGracias a vos, Betina.
¡Hasta la próxima correspondencia!