Estas dos grandes narradoras de la literatura argentina charlan en un bar notable sobre la política, la literatura, el paso del tiempo, la amistad... ¡Qué placer tener la sensación de estar ahí, compartiendo ese café!
"El paso del tiempo ustedes lo abordaron en sus relatos. ¿Cómo lo viven, en lo personal, en cuanto a lo penoso y lo gozoso? Además, ambas fueron literatas precoces.
Heker: Para mí no es penoso el paso del tiempo. Me fascina el encontrarme siempre con una persona nueva que soy yo con la edad que tengo. Voy a cumplir 72 años en febrero, y si me hablan de una mujer de 72 años yo digo ¡esa vieja! Pero no percibo eso en mí, es muy extraño. Todavía voy en un colectivo, sentada, y entra una señora mayor y mi primer impulso es cederle el asiento. Pero después digo pará, ésta debe ser menor que yo. Por eso, para mí fue mucho más duro cumplir 30 años que cumplir 70, porque trabajé muchos años de adolescente. Después, darse cuenta de que todo el mundo es más joven que uno... Siempre fue un tema que movilizó, me resultaba conflictivo e interesante ver qué es lo que realmente cambia. Hay cosas que cambian y no sé si es ingrato, hay marcas que son mis gestos, que son mi historia.
Shua: Es agradable que a una la miren como si fuera un plato de ravioles. Pero también es agradable cuando dejás de ser un plato de ravioles y te empiezan a mirar con respeto. Creo que el paso del tiempo es duro, es cruel, es el tema esencial de la literatura. La conciencia del paso del tiempo es lo que nos hace humanas. Mientras el cuerpo siga respondiendo, la edad es algo manejable, aunque no podemos evitar la conciencia de que la muerte está más cerca..., suponiendo que tengamos la suerte de morir por motivos naturales.
Heker: Creo que lo dramático es pensar en el deterioro.
Shua: No sólo desaparecen los amigos y amigas, ¡desaparecen los enemigos! Eso es perturbador. Uno se concentra en determinadas personas, a veces pasmosas y a veces por odios personales, y hasta fantasea con la venganza... Si de repente esa persona no está más, eso queda ahí. Creo que me gusta mucho la época en que vivimos, es muy interesante, todas las mañanas abro los ojos y agradezco al cielo haber nacido en la época de Internet. Es un mundo nuevo y distinto, y las perspectivas del futuro son totalmente imprevisibles. Es fascinante."
en "Dos a quererse", María Mansilla, Las 12, 14 de noviembre de 2014
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