"...para Genet el ejercicio teatral es demoníaco; la apariencia, a punto de hacerse pasar por realidad, debe revelar sin cesar su irrealidad profunda. Todo debe ser falso"
Jean Paul Sartre, San Genet
El Complejo Teatral de Buenos Aires, en su temporada 2012 ha apostado a llevar a escena un plato fuerte, un bocado exquisito para los amantes del teatro. Esta hermética y negra pieza de Genet, estrenada en 1947, hoy en Buenos Aires, misteriosamente convoca a todo tipo de público. Muchos atraídos por el éxito televisivo de Paola Barrientos, la Vicky de "Graduados" y la simpática mujer adicta a las ofertas de la famosa publicidad de un banco. Otros siguiendo la trayectoria de la deslumbrante Marilú Marini, que desde hace varias temporadas viene desde París a Buenos Aires, para que los porteños podamos disfrutar una de las lecciones de teatro de esta actriz con mayúsculas. El resto, seguros de que una puesta de Ciro Zorzoli, uno de los directores jóvenes más interesantes de los últimos años, repetirá la calidad de "Estado de ira".
Genet se basa en una historia real. En 1933, las hermanas Papin asesinaron a sus patronas. El doble crimen golpeó de manera feroz a la sociedad francesa, las hermanas asesinas confesaron que no tenían nada contra sus víctimas, las cuales siempre habrían tratado con mucha consideración a sus empleadas. El dramaturgo encuentra en esta noticia policial el germen para una obra claustrofóbica y ambigua en la que las criadas juegan a ser la Señora, a la que admiran y odian por igual.
Las criadas, Solange y Clara, traman el asesinato de su Señora, juegan a ser ella, visten sus ropas y sus palabras déspotas, invaden su cuarto, se miran en su espejo para olvidarse de su triste vida de sirvientas.
La llegada de la Señora, transportada en un fragmento de escenografía como si fuera un barco, marca mejor que ningún momento la condición de representación, de pura falsedad que señala Sartre sobre la obra de Genet.
Ciro Zorzoli decide mostrar los mecanismos de la representación acentuando un encuadre meta-teatral, en el que el decorado, mediante un ajustado dispositivo escenográfico, logra que las paredes se desplacen y se eleven, para que continuamente veamos el trabajo de detrás de escena y no podamos olvidarnos ni por un minuto de que lo que estamos viendo es mera representación.
Paola Barrientos y Victoria Almeida, están presentes en escena los 90 minutos con una catarata verborrágica y una energía en el trabajo corporal impresionantes. Las dos jóvenes actrices ya nos tienen acostumbrados a maravillosos trabajos, la primera como protagonista de "Estado de ira", la segunda en "El trompo metálico". Pero sin dudas la que nos deja sin aliento es Marilú Marini. Su impetuosa presencia es arrasadora, estremecedora. Parece salida de un cuadro expresionista alemán. Su voz, su cuerpo de bailarina, la violencia de sus movimientos, la fuerza de sus palabras, todo en ella encarna el grotesco en estado puro. La hemos visto encarnando los textos de Beckett, de Copi, de Genet. Sueño con verla representar a Clara Zachanassian, la protagonista de "La visita de la vieja dama" de Friedrich Dürrenmatt. El teatro se merece que ese personaje se encuentre con esta actriz única e irrepetible.
Funciones: miércoles a sábados, 21hs; domingos, 20hs.
Platea y Palcos bajos: $80 - Platea alta y Palco balcón: $60- Tertulia: $35 Miércoles, día popular: Platea, Platea alta, Palcos bajos y Palcos balcón$ 40.-; Tertulia $ 25 |
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Teatro Presidente Alvear
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Avda. Corrientes 1659
4373-4245 Boletería 0800-333-5254 |
Hoy fui a verla finalmente y quedé sin palabras. Excelente puesta en escena y excelentes actuaciones. Como cosa extra, me tocó verla al ladito de la Sra Mirta Legrand y no pude dejar de pensar durante toda la obra si no se sentiría de algún modo identificada con el personaje de la increíble Marilú Marini.
ResponderEliminarY algo que no entendí... ¿de qué carajo se reía histéricamente cierta parte del público? Supongo que debe ser lo que genera el grotesco: esa incomodidad, ese no saber muy bien cómo reaccionar ante tamaña crueldad... Por mi parte, si en algún momento algo me pareció "gracioso" sólo pude articular la mueca deformada de una risa que nunca fue o de un espanto que no pude dejar salir.
Muy bueno tu comentario, Lili, para esta obra fuera de serie...
¡Qué bueno que fuiste a ver Las criadas! Yo me imaginé que te iba a gustar mucho, además pienso que cuando hay una puesta de Genet hay que aprovecharla y más si está la Marini.
ResponderEliminar¡Ya le cuento a Gluzmann la anécdota de la Legrand! Ja, ja... qué condimento extra, hasta con aroma a perfume francés, maquillaje caro y spray... ¡No lo puedo creer!
La gente se ríe, sí, me parece que de incomodidad, o simplemente porque no está acostumbrada al género. Como digo arriba hay gente que va a ver Paula Barrientos. No importa, la cosa es que esta obra francesa pensada para un público de élite, escrita por un genio marginal, hoy es un éxito en un teatro público del sur del continente americano. Muy loca la historia del arte, sí señora.
¡Gracias por el diálogo, Laura! Me encanta que a las dos nos dé ganas de comentar en el espacio de la otra cuando al fin pudimos ver esa obra que iluminamos con nuestra pasión.