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jueves, 9 de mayo de 2013

La sumisión o El porvenir está en los huevos

Cuando no queda más que el absurdo para explicarnos la realidad





Ionesco más vivo que nunca en la sala de un colegio de Quilmes. Revulsivo, hilarante, abrumador, sigue descolocándonos cuando parodia la vida en sociedad y descompone el lenguaje y los movimientos para retratar el absurdo de nuestras reglas sociales.


Siete alumnos de 3º a 6º año del secundario, dirigidos por un profesor inspirado y talentoso, sacuden nuestra modorra pequeño-burguesa y nos dan una lección de buen teatro.


Esta versión libre de dos obras de Eugène Ionesco, Jacobo o la sumisión y El porvenir está en los huevos pone la lupa en los para nada sutiles modos en que las personas son moldeadas dentro de la familia y condicionadas para formar parte de una sociedad que liga el éxito a la producción y a la adecuación a los valores intocables del hogar y la tradición.


Con una puesta en escena originalísima que acentúa hasta la alienación la necesidad de responder a un patrón para ser incluido, nos identificamos con Jacobo, extorsionado física y emocionalmente por las figuras matriarcales de su madre, su abuela y su bisabuela y con vergüenza a veces nos reconocemos en el modo violento en que como madres caemos en el error de inculcar en nuestros hijos parámetros de vida que a su vez nos han transmitido nuestras propias madres en un círculo monstruoso e infinito.


El matrimonio arreglado por las madres y el descubrimiento de los jóvenes que se encuentran en la necesidad de decir "no" y en la ternura nueva de ese neologismo que crean juntos: "mi-ni-no". Con esa palabra mágica creen que pueden bautizar un mundo nuevo para estar juntos, pero esa ilusión durará poco. ¡Preciosa esta escena que es un oasis entre tanto melodrama y autoritarismo desenfrenado!


Sólo dos funciones para un trabajo monumental, para un resultado fascinante. Mañana los actores volverán a sus clases y a sus exámenes pero llevarán para siempre en sus cuerpos y sus corazones el recuerdo de esta hazaña. 




La sumisión o El porvenir está en los huevos
Elenco: Benjamín Lahitte, Mora García Mónaco, Manuela Kohluber, María José Camino de Menchaca, María del Carmen Camino de Menchaca, Sephanie Cameron, Milagros Capalbo.
Escenografía: Sebastián Kalhat
Vestuario: María José Duggan
Dirección: Sebastián Kalhat
St. George´s College Quilmes, 8 y 9 de mayo de 2013


3 comentarios:

  1. Excelente puesta en escena donde el efecto del camuflage es protagonista. Asi actores-sillones, actores-muros- actores-lámparas, relatan una situación tan absurda como real.
    Amo lo absurdo, ya que practico esa forma de vida, aunque la apariencia sea otra.

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  2. Gracias, D!
    Lo absurdo ante tanta lógica siniestra de la sociedad pequeño burguesa ayuda a desarmar mperativos que nos llevarían a la locura y nos permiten aceptar la vida con todo lo sorprendente, imprevisible e inclasificable que tien.
    ¡Gracias por tu comentario tan interesante!

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  3. Eleonora, me quedé fascinada con el proyecto y las imágenes. Con recursos precisos y bien elegidos logran un efecto asombroso, que potencia enormemente lo que cuentan las obras.
    Durante varios años tuve el placer de dar clases de teatro en un colegio secundario, así que esta experiencia que compartís me emociona especialmente.
    Felicitaciones al profe y a los chicos! (¿no hay posibilidad de hacer más funciones, en la escuela o en otro lado?... tanto trabajo, tan buenos resultados, es una pena que la propuesta no continúe de alguna manera...)

    Un abrazo

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