Allí, sorprendentes y bellos en el suelo rojizo del bosque estaban ellos:
Diminutos y frágiles, escondidos entre la pinocha...
Alineados en formaciones de luz oblicua...
Imponentes en su rotundidad cobriza...
Delicados como esponjitas amarillas...
Tan inocentes e indefensos ante los pies de los caminantes que no tienen ojos para verlos.
Por suerte, algunas caminantes sí tienen ojo para verlos y corazón para apreciarlos. Precioso este Reino Fungi (¿los duendes dormían o se retobaron y no se dejaron fotografiar?...).
ResponderEliminarAbrazo
ps: lindísimas todas las fotos de Tandil, qué ganas de ir... ¿Uno de los lugares "de comer" tan lindo, (como la cocina de una casa de campo) era Época de quesos?...
Sí, el lugar es Época de Quesos, un sitio tan fotogénico.. saqué muchas fotos de detalles preciosos. Los objetos viejos que están llenos de la belleza del tiempo.
ResponderEliminarY no había duendes, o por lo menos yo nos los vi, Betina...
Gracias por pasar y compartir.
Otro abrazo para vos.
Muy bueno el comentario dedicado a esos seres de la naturaleza que no se a que reino pertenecen. Son desagradables y maravillosos a la vez. Me encanta su olor en los días húmedos y su color. A veces mirando el piso, uno encuentra inspiraciones sorprendentes.
ResponderEliminarLo corroboré con nuestros hijos y efectivamente los tres reinos que nos enseñaron en la escuela a nosotros, fueron modificados por una clasificación más compleja y efectivamente los hongos no son vegetales, son especímenes raros y dignos de contemplación.
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