“En La doble vida de Verónica K. Kieslowski me enseñó a buscar gestos para enriquecer los personajes; en vez de hablarme de las complejidades, sólo me daba pistas muy concretas, como sostener una hierba y tocarme la mejilla con ella; pequeños hábitos, tics. Y luego me pidió que los buscara yo. Decía que era una historia poética, y muy abstracta, y que la teníamos que llenar con cosas pequeñas. ” Irène Jacob
Para mí Irène Jacob, esta actriz franco-suiza, es el rostro más bello del cine de Krzysztof Kieslowski , y me atrevería a decir del cine europeo de los 90. Por eso hoy la elijo para mi sección de Mujeres artistas.
A los 18 años, Irène se rebeló a la rígida educación de sus padres que tenían altas expectativas para la única hija mujer entre sus cuatro hijos. Eligió ser actriz y muy pronto, a los 25 años, y por obra del azar, protagonizó "La doble vida de Verónica", por la que fuera premiada con la Palma de Oro a la mejor actriz en el Festival de Cannes de 1991. Y digo por azar, porque originariamente, el papel estaba pensado para la actriz estadounidense Andie MacDowell.
El hecho es que me es imposible pensar en otro rostro para Weronika o Vèronique, ese bello rostro a través de los cristales, los muchos vidrios de ventanas, puertas y espejos, símbolos especulares del tema del doble en la película.
Kieslowski encontró en este rostro toda la ingenuidad y la sensualidad, toda la alegría de vivir y los ojos abiertos al asombro y al éxtasis.
No puedo dejar de ver la primera escena de Weronika, cuando está cantando y empieza a llover sin emocionarme hasta las lágrimas. Hay algo sagrado en esa conjunción entre la música de Preisner, la expresión de Irène y las gotas de lluvia.
El encuentro de Weronika con su doble en la plaza de Cracovia, en medio de una multitud que corre por la represión policial me parece una de las escenas más hermosas del cine que ha intentado expresar el misterio del doble, la posibilidad de vidas paralelas y coexistentes que tan bien ficcionalizaron Cortázar o Borges.
En 1994, Irène encarna a Valentine en la tercera parte de la Trilogía de los colores, Rouge. Y en este caso es el rostro de la solidaridad y del amor.
El enorme cartel de publicidad del chicle: "En toda circunstancia, la frescura de vivir", detiene la mirada de todos en la calle. Con su estallido rojo, el color del peligro, de la comunión, pero también el usado para las señales que indican que debemos detenernos. Allí, Irène entre decenas de imágenes elige su propia imagen, la que preanuncia su futuro de sobreviviente de un naufragio.
Con el pelo mojado, esa melena preciosa que enmarca sus ojos de papel.
Y así, con nostalgia de ese rostro, me puse a buscar qué fue de Irène, por qué rumbos artísticos andará y entonces no me pareció extraño, encontrarla a los 46 años tan bella o más que entonces, cantando con su hermano Francis, bellas canciones en francés.
El título del álbum del 2012 no podía ser otro: "Je sais nager" , es decir, "Yo sé nadar". Y sí, es que Irène es bella como el agua: transparente, fresca, pura y purificante. Por eso no falta el agua en este hermoso video clip:
Gran parte de la información de esta entrada fue extraída de la revista digital SINEMBARGO.MX
Hola Liliana que hermosas imagenes, tan cuidadosamente elegidas, podre ser curiosa? de donde las sacas? buceando en Internet?
ResponderEliminarMontserrat
Hola Monserrat, gracias por pasar.
ResponderEliminarLas hermosas imágenes están en google, son fotogramas de las películas. Hermosas, no?
Qué bella, sí, y qué expresiva y talentosa, la delicadísima Irene...
ResponderEliminarMe gustó (a) tanto La doble vida de Verónica... El tema del doble es un tópico que me atrae mucho, y en esta película se lo aborda con todo el misterio, la profundidad y la angustia que la idea despierta: la alegría de saber que, de alguna manera, nos es dado vivir más de una vida, la angustia de querer ver a ese otro/a que replica, a su modo, nuestra existencia, el misterio que nos une a nuestro/a doble...
Gracias por recordarme esos momentos maravillosos de la película.
Un abrazo
ps: no pude ver el clip final, lo voy a buscar.
¡Hola Betina, qué gusto tenerte por acá! A mí también me encanta toda la ficción que trabaja el tema del doble, justamente por eso, por lo menos en la ficción se cumple el deseo de que esta vida tan maravillosa no termine con una elección.
ResponderEliminarEl video clip de Je sais nager, se ve bien en mi compu, pero si no podés entra a Youtube y lo vas a encontrar.
Un beso.