"Si se pudiera vivir el resto de la vida de una manera nueva. Despertar una clara y apacible mañana y sentir que se ha empezado a vivir de nuevo, que el pasado está olvidado, desvanecido como el humo. (Llora.) Empezar una vida nueva... Indícame, cómo empezar, por dónde empezar..."
Tio Vania, Anton Chejov
Me habían hablado mucho de esta pieza, nacida en Moscú Teatro. Tenía muchas expectativas de verla. La cuarta temporada, con entradas agotadas cada sábado de este caluroso verano porteño, en uno de los teatros más lindos del off porteño, todo ya me ratificaba que el sábado pasado iba a ver un espectáculo muy groso.Y así fue.
Me vino bien releer Tío Vania de Antón Chéjov esa tarde para descubrir la maravilla que puede lograr un gran dramaturgo y director como Francisco Lumerman con la intertextualidad: destiló la esencia del texto ruso, pero con mucha libertad lo transformó en una historia profundamente argentina y contemporánea.
Iván es ese tío Vania, que todos reconocemos en ese amigo que nunca vivió en pareja, que nunca tuvo un trabajo estable, que sigue viviendo en la casa de sus padres, que a los cuarenta y pico sigue esperando que algo pase, algo que le cambie la vida. Junto con Sonia, su sobrina, ha logrado establecer una vida tranquila, casi alegre, conformándose con la inercia del día a día en el interior de la provincia de Buenos Aires.
Y así podrían haber seguido, disfrutando de la amistad ambigua de Pablo, un médico perseguidor de utopías, si no fuera por la llegada de Alejandro, el padre de Sonia, que corta con su cinismo y pragmatismo el clima bucólico. Así, como Alejandro trae los imperativos del patriarcado y del capitalismo a la vida de su hija, Elena, la joven esposa de este hombre mayor, con su belleza hipnotizante despertará el deseo de Pablo, el amor imposible de Sonia y de Iván.
En El amor es un bien pasa ante nosotros la vida misma: con el cariño de la gente cercana, los desencuentros amorosos, el paso del tiempo, las utopías y las desilusiones. Con un trabajo actoral deslumbrante, estos cinco personajes atrapados en un lugar y tiempo en el que no quieren estar, pasarán por distintos estados de ánimo, abrirán sus corazones, cambiarán de ropa pero no podrán cambiar de destino.
Como en la obra de Chéjov, la joven Sonia, con serena aceptación de la realidad nos contagiará su seguridad de que al final, solo se trata de vivir.
Gracias al director y a los actores por la entrega. Una obra deliciosa. A no perdérsela.
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EL AMOR ES UN BIEN
a partir del Tío Vania
De Francisco Lumerman
Sonia y su tío Iván viven en Carmen de Patagones, un pueblo al sur del país. Tienen un hostel en el que viven y trabajan, y además ensayan para sus recitales. El único huésped se llama Pablo, un médico joven que no sabe hasta cuándo va a quedarse.
Con la llegada del padre de Sonia, Alejandro, y su nueva mujer, Elena, la convivencia empieza a incomodar.
Cinco vidas a la deriva entre canciones, dulces caseros y fracking; y una pregunta implícita: ¿Pueden hacer otra cosa? ¿Podemos hacer otra cosa del mundo?
Actúan: Manuela Amosa, José Escobar, Diego Faturos, Jorge Fernandez Roman y Rosario Varela
Diseño de muebles: Gonzalo Córdoba Estévez
Diseño de luces: Ricardo Sica
Diseño gráfico: Martín Speroni
Fotografía: Nora Lezano
Prensa: Carolina Alfonso
Producción ejecutiva: Zoilo Garcés
Asistencia de dirección: Ignacio Gracia
Dramaturgia y dirección: Francisco Lumerman
Este espectáculo es una producción de Moscú Teatro
REESTRENO CUARTA TEMPORADA: 6 DE ENERO 2018
Funciones: En enero: sábados 22.30 hs
En febrero: sábados 22.30 hs y domingos 20 hs.
Duración: 80 minutos.
EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Entradas: $280 y $230 (jubilados) 2x1 para menores de 30 años y Club La Nación
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