El placer de caminar una ciudad en los ratos libres
Esta vez el viaje no nació soñado ni armado por el deseo, sino que fue el trabajo el que me dio la oportunidad de llegar a Cardiff, la capital de Gales.
Y aquí van las sensaciones de los vagabundeos por esta hermosa ciudad, en los pocos ratos de ocio, en los que la curiosidad alimenta mi espíritu viajero.
El Castillo de Cardiff, fue fundado por los normandos en 1091 sobre el asentamiento de un antiguo fortín romano.
Se puede entrar libremente al predio y caminar por los jardines o subir las escaleras del antiguo castillo medieval.
En el siglo XIX se construyó un nuevo castillo diseñado por William Burges, arquitecto del Conde de Bute, con el aspecto de una mansión de cuento de hadas de estilo victoriano. Cada detalle de los salones es bellísimo y sorprendente y allí la lente de mi cámara se detuvo en algunos detalles llenos de belleza, teñidos por la luz ideal de esa tarde soleada de primavera.
Me detuve especialmente en la señorial biblioteca y sus exquisitos detalles:
Pero lo que me más me impactó es el innumerable bestiario que decora cada rincón.
Pájaros y mariposas, gatos montados sobre perros monstruosos en los murales de las paredes.
Monitos traviesos y lagartijas en los frisos.
Leones de fauces abiertas como gárgolas en los techos o reposando perezosos en los muros exteriores.
Y el tremendo oso que nos saluda en la muralla, inquietante con sus ojos de vidrio.
Que lindas fotos y viaje Liliana! Me encanto. Gracias por compartir esta experiencia y vivencia. Un fuerte abrazo, Valeria
ResponderEliminarGracias, Valeria. Relatar con simplicidad las vivencias y seleccionar las fotos me permite atesorar ese momento y poder compartirlo. Qué suerte que te haya gustado.
ResponderEliminarUn abrazo grande también para vos.
excelenete tu viaje crónica e imágenes. y puedo por este medio notificar a todos tus admiradores que la mía fue la vista
ResponderEliminar50.000!! no cualquiera no??
Gracias, Daniel! Sí, 50.000 es un número muy importante, no? Y te felicito por haber sido ese visitante, el que hizo poner el contador con 4 ceros!
ResponderEliminarMe encantó conocer este castillo "de cuento de hadas" (tal cual!). Y ese bestiario... qué inquietantes todas esas figuras... Me recordaron el Parque de los Monstruos en la aldea de Bomarzo.
ResponderEliminarTus detalles, Eleonora, siempre hacen la diferencia entre una turista y una viajera curiosa y atenta a la belleza.
Un abrazo
ps: soy la 50099!... (me gané algo?:)
Gracias, Betina!
EliminarMe gusta acercarme a los detalles, allí está lo diferente, lo especial.
Y sí, me gusta ser viajera curiosa, pero no reniego de ser turista, porque en realidad, cuando salgo en general es de vacaciones, y aunque salga sin una excursión organizada, las guías "turísticas" me ayudan mucho a elegir los lugares antes de llegar.
Lo de los números, ja, ja... A Daniel le impresionó encontrar un 50.000 en el contador. Te confieso que a mí también. No deja de sorprenderme este vehículo de comunicación que me da tanto placer.
En cuanto a si te ganaste algo... en realidad yo gano con vos cada vez que me visitás y me dejás tus valiosos comentarios.