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domingo, 6 de agosto de 2017

Próximo, de Claudio Tolcachir

El amor como guardarrail



¿Qué sucede en el cuerpo cuando el afecto sucede siempre lejos, más allá de nuestros límites? ¿Podemos amar sin olernos, sin conocer la piel?




Próximo, el estreno de Claudio Tolcachir, es una obra intimista para dos personajes. Aunque todo el tiempo los actores están juntos en escena, el espectador comprende que viven en hemisferios diferentes. Esa paradoja profundiza el dolor por el hiato, por lo incompleto, por lo intermediado.

Aquí no hay, como pudiéramos imaginar, videos ni proyecciones como en tantas puestas contemporáneas. Un texto sólido, actuaciones descollantes y un poco de precisa utilería (dos teléfonos celulares y dos notebooks apagadas pero abiertas) son recursos suficientes para que nos demos cuenta de que esos dos desconocidos se han elegido para abrirse tal como son, con sus miedos, con sus frustraciones, con su necesidad de ser escuchados.


Con una dramaturgia impecable, los diálogos llenos de ternura y verdad nos enseñan el alma de dos adultos jóvenes que comparten el día a día de sus vidas a través de Skype y de WhatsApp... Desde despertarse a la mañana con una diferencia horaria de ocho horas, a contarse los pequeños pormenores de sus vidas solitarias y tan diferentes...

Ante nosotros van sucediendo los días, los meses, las estaciones. Desde el principio sabemos que se trata de una relación amorosa comenzada en Internet. Elián y Pablo se gustan, se miran con deseo, pero en esos intensos meses de comunicación virtual, ante la imposibilidad de acariciar sus cuerpos, han explorado sus almas. Hay empatía y aceptación. Van conociéndose a partir de lo que cada uno deja ver. Quizás no entiendan mucho las circunstancias que los rodean, pero están ahí, esperándose.

Hubiera sido más fácil hablar de las trampas de las relaciones virtuales y del amor líquido, pero en este caso Tolcachir pone en escena una historia creíble de amor posible, y en esa posibilidad hay esperanza, y esa esperanza se agradece en estos tiempos de pesimismo e individualismo feroz. Esa esperanza en el ser humano es un manifiesto.

El escenario, en el que el espacio de los dos planos es intercambiable, está atravesado por un camino, al fondo se ve la columna de luz y los guardarrails. ¿Quizás como signo o símbolo de que el amor es necesario para que no descarrilemos en las sinuosas curvas del camino de la vida?


Vayan al nuevo TIMBRe 4, con su hermoso barcito, con su impactante y enorme sala. Próximo es una obra entrañable y muy disfrutable. Por su texto y por las actuaciones maravillosas de Santi Marín y de Lautaro Perotti, quienes durante 70 minutos, nos hacen creer que estamos espiando la vida: momentos tristes, inciertos, bizarros, alegres, desesperados... ¡Saldrán como yo enamorados de la vida, emocionados y agradecidos al teatro!

¡Reserven con anticipación porque se agotan las localidades!




Sábado 20.30 h y domingo 19.30 h
A partir del 11 de agosto: viernes 23 h
TIMBRe4, México 3554 
Localidades $280
Entradas a través de www.timbre4.com
Duración: 70 minutos
Hasta el 5 de noviembre




2 comentarios:

  1. Parece muy interesante, la vendiste muy bien 🙆... Saludos

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  2. Excelente obra y comentario. Teatro en serio con todas las letras!!

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