“¿Cómo debía interpretar mi
generación, la de los nacidos más tarde, la información que recibíamos sobre
los horrores del exterminio de los judíos? No podemos aspirar a comprender lo
que en sí es incomprensible, ni tenemos derecho a comparar lo que en sí es
incomparable, ni a hacer preguntas, porque el que pregunta, aunque no ponga en
duda el horror, sí lo hace objeto de comunicación, en lugar de asumirlo como
algo ante lo que sólo se puede enmudecer, presa del espanto, la vergüenza y la
culpabilidad.”
Bernhard Schlink, “El lector”
La lectura del
mes de Junio fue “El lector”, en mi clase de 5º año del secundario leímos la
novela y vimos la película. Los dejo con
algunas de estas interesantes reflexiones:
“El Lector nos presenta una historia de
amor, seguida de la revelación de un trágico secreto. Mi lectura comenzó como
un trabajo, otro deber escolar. No tenía nada que esperar ni nada que anhelar.
Sin embargo, a lo largo de la lectura, la trama me cautivó, las dudas del
protagonista pasaron a ser mías. Luego
vino la película. Ambas, novela y película, ilustran la vida del joven Michael en
su relación con Hanna, en su iniciación en el amor y el juicio que trae al
presente el pasado de Hanna. Tal como lo indica Michael en la película:
“estamos aquí para comprender”. Esta es la moraleja, el mensaje, que nos deja
el director a nosotros, los espectadores. No somos quiénes para juzgar, aunque
sea más fácil pensar que fueron monstruos los que llevaron a cabo el Holocausto
fueron personas, algunas como Hanna. Intentar comprender qué los llevó a
cometer tales acciones abyectas, y en lo posible encontrar una oportunidad para el arrepentimiento y el perdón. Por eso,
la película se subtitula: “El poder de
amar y el poder de perdonar”. Víctor Oh
“El lector es una película dirigida por
Stephen Daldry, está protagonizada por Kate Winslet, Ralph Fiennes y David
Kross. La historia comienza en Alemania en 1958, la etapa posterior a la
segunda Guerra Mundial y cuenta la
historia de un adolescente llamado Michael Berg, quien conoce a una señora
llamada Hanna Schmitz , con la cual termina teniendo un apasionado romance
secreto. Con el tiempo, Michael se enamora de Hannah, y opta por pasar las
tardes con ella en vez de con sus amigos del colegio. Cada vez que se ven
Michael le lee libros a Hannah y terminan haciendo el amor. Un romance de
verano que marcaría la vida del protagonista para siempre. Hannah se muda a
otra ciudad y sus vidas quedan completamente separadas hasta que 7 años después,
cuando Michael es estudiante de Derecho, vuelven a cruzarse en un Juicio a
las guardianas de un campo de concentración.
A pesar de que
la película no puede incluir todas las interesantísimas reflexiones de Michael
sobre su culpa y el sentimiento de culpa colectiva de su generación, el
director logra manejar muy bien el uso
del tiempo. La primera escena es muy impactante ya que toma lugar en el presente
del protagonista, en 1995. Nos muestra a
Michael Berg, interpretado por Ralph Fiennes como un hombre solitario. Se observa que vive
solo y es muy distante con las otras personas. Para mostrarnos la obsesión del
protagonista, anclado en el pasado, su triste mirada que observa por la ventana
el paso del tren se funde en el recuerdo con la mañana en que Michael
fortuitamente conoce a Hanna.” Francisco Gazzotto
“El lector, un libro muy íntimo y
personal que muestra las luchas internas que todos tenemos como personas, esa
famosa pregunta que a veces nos hacemos ¿Qué es lo correcto? Para Michael se
vuelve un laberinto sin salida dentro de su cabeza. Esta pregunta lo persigue a
lo largo de toda su vida, toda su vida adulta recordando un mismo verano con una
mujer, estos recuerdos lo consumen y lo apartan de su propia realidad.
La novela revisita
un tema incómodo de la Historia del siglo XX: el Holocausto. Pese a que mucho
fue escrito y filmado sobre esta masacre histórica, pocas veces se ha
mostrado con tanta sensibilidad la
confusión de la sociedad alemana una vez
terminado el período del Tercer Reich. La culpa sobrevuela tanto a la generación que sufrió la Segunda Guerra Mundial
como a la generación posterior que se sigue preguntando cómo
sus padres pudieron mirar para otro lado ante el maltrato y persecución de las
minorías. El libro vuelve a la responsabilidad de esos guardias y líderes nazis
que mantuvieron perfil bajo en los juicios de Núremberg, bajo el amparo de la
“obediencia debida” pero que fueron los brazos ejecutores del horror. En “El
lector” se ve que no todo fue blanco o negro, sino que hubo grises,
especialmente en las personas.
Esta dualidad
trae mucha confusión al personaje principal, Michael. Ya que no logra entender
si es correcto lo que hizo en el pasado o no y no sabe como liberar su propia
culpa.
“Era a ella a quien tenía que señalar con el dedo.
Pero, al hacerlo, el dedo acusador se volvía contra mí. Yo la había querido.”
¿Es posible amar
a una persona una vez que conocemos su pasado por más oscuro que sea? ¿Hasta qué
punto nuestro pasado nos define como personas en el presente? ¿Existe el perdón
incluso de una atrocidad?
En el año 2008
se hizo la adaptación cinematográfica con el mismo título. Kate Winslet se luce
en la interpretación de un personaje de fuertes contradicciones, ya que Hanna es una mujer fuerte, decidida, orgullosa y
dominante pero al mismo tiempo su secreto la vuelve muy vulnerable. La película
logra captar la esencia del libro pero no tanto la profundidad de los
pensamientos de Michael que son lo que hacen que El Lector se diferencie de otras novelas sobre el tema. “ Ana Manini