"Antes de la medianoche", de Richard Linklater

Te banco Céline, te banco a muerte...

Para Julie Delpy, para Betina que me lo pidió  y para todas las mujeres que nos miramos en el mismo espejo.

No voy a hablar de la trilogía de Linklater, ni tampoco especialmente del estreno de "Antes de la medianoche", si no de vos, Céline.  

Y no sé si me gustó o no me gustó esta película, sólo sé que fue por momentos insoportable verme y escucharme en vos, y pasadas unas veinticuatro horas, con el pecho abierto te digo de corazón que te banco, Céline, te banco a muerte...

Y sí, a veces nos olvidamos de que estamos en el paraíso, Céline, porque la vida es muy dura y nos pesa en la espalda.

Nuestros únicos dos ojos que antes eran para mirar el mundo y leer todo lo que caía en nuestras manos, de repente se vuelven centinelas eternos de nuestros hijos. Tantas horas pasadas en la cocina, tanto dejar para después lo que queremos hacer ahora. Tanto miedo de no ser buenas madres, de no ser lo que soñamos cuando éramos chicas, de no conservar la juventud... 

Tanto miedo, tanto peso, tanto amor. 

Tantas palabras atragantadas que los hombres no quieren o no saben escucharnos... Pero qué suerte que están ahí, ellos, con esa especie de infantilismo perenne, con ese natural individualismo, con esa forma de des-dramatizar la vida, para venir a rescatarnos de nuestros míticos delirios de super- heroínas. 

Por eso  busqué algunas de tus frases y aquí las pongo, para que otras como yo se miren en tu espejo y sientan que, después de todo, de esto se trata vivir.

“La mayoría de la gente huye del conflicto cuando, para mí, muchas cosas buenas surgen del conflicto.” Antes del amanecer

"Para mí, la realidad y el amor son conceptos contradictorios." Antes del atardecer

"Céline:  Yo me siento cerca de vos.
Jesse: ¿Sí?
Céline: Pero a veces,  ¿sabés? Siento como si vos estuvieras respirando helio y yo estuviera respirando oxígeno."Antes de medianoche

Las tres películas forman un gran ensayo sobre el paso del tiempo. Una reflexión cercana parecida a la que hacemos cuando se nos da por abrir las cajas de las fotos viejas y nos quedamos un rato pensando en todo lo que dejamos cuando elegimos un camino en la vida y dejamos atrás los otros senderos en el Jardín de los senderos que se bifurcan.