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miércoles, 9 de noviembre de 2016

¡Feliz cumpleaños, mami!

Querida Mamita:




Hoy cumplirías 80 años. 
Pero te fuiste hace mucho tiempo, treinta años ya, meses antes de cumplir tus 50.

Hace unos días, Javier le mandó a Miri por Whattsap una foto de vos con la tía Bárbara en el Club Argentino de Quilmes, seguro que es de algunos de esos almuerzos de verano que pasábamos juntos. Ella me la reenvió. ¡Fue increíble! Esa foto hizo que volvieras a mí con tu sonrisa de dientes de conejo, tu piel suave, tu olor, tu hermoso pelo que cuidabas tanto. Volvió a mí tu risa, tus chistes con la tía, lo lindo que era verlas juntas. Lo mucho que me gustaba verte feliz.

Perdoname por todos estos años en los que estuve alejada de vos. Por tristeza, por dolor, por impotencia. Me distancié para hacerme la mujer que soy. 

Tu muerte me dejó una obsesión por la vejez, por mi vejez. Te busqué en cada señora mayor imaginando cómo hubieras envejecido vos. Y nunca te encontré. Porque vos fuiste la plenitud de la juventud. Una escorpiana terca que vivió con pasión. Le tenías terror a envejecer y me imagino, mami, ahora que yo estoy al borde de los 60, que no debe ser nada fácil.


Si estuvieras acá, seguirías comiéndonos a besos, a abrazos, estarías enamorada de tus ocho nietos, de tus dos bisnietos. Van ganando los varones: 7 a 3... ¿Te lo hubieras imaginado? ¡Vos que tuviste tres nenas y te hubiera gustado tanto tener un hijo varón!

Hoy, la noticia del día es que Donald Trump es el nuevo presidente de los Estados Unidos. En este mundo globalizado, a todos nos parece que estas noticias son trascendentales pero vos sabés muy bien desde allá arriba que el mundo seguirá andando. Atravesaste una infancia con un padre inmigrante, la guerra en Europa y con Evita en los libros de lectura de la escuela. Luego pasaron los distintos gobiernos, las distintas dictaduras, ajustes económicos, vedas, paros, vuelta a la democracia. 

Y todo eso pasa pero queda lo que nos conmueve. La muerte JF Kennedy y el vestido ensangrentado de Jackie que tanto nos hizo llorar mientras mirábamos los noticieros en blanco y negro. Nos queda la historia personal, atravesada de todas las tensiones, pero nuestra. Y tu muerte en el ´86 fue el mayor cataclismo del siglo, no hubo terremoto, tsunami o hambruna comparable, para mí, en el mundo.

Hoy te digo: ¡Gracias, mami! Por tu orgullo, por tu mirada, por tu cariño. Por las noches de "Alta comedia", "Los viernes de Pacheco", "Rolando Rivas, taxista" y tantas novelas y unitarios que nos encantaba mirar juntas. En esas charlas a las 12 de la noche, cuando me tenía que ir a dormir porque al otro día había que madrugar, se incubó mi amor por las ficciones. Por las buenas historias de la literatura, la tele, el cine o el teatro.

Gracias, mami, por tu sobreprotección, por tu terror asfixiante por mi seguridad. Por tus miedos incontrolabres tuviste que atarte los nervios en el estómago para dejarme ser libre. Nunca me dijiste que no a ninguno de mis sueños. Y hoy sé que ese es un piso muy alto en la vida.

Por eso, mami, hoy para mí y para nosotras, tus tres hijas, hoy es un día para levantar la copa y brindar por vos. Por vos, la Yoli de malla rosa a lunares sin breteles y peinado a lo Farrah Fawcett . A esa mujer disfrutando de la vida con sonrisa relajada, salud. 

Te quiero hasta el cielo.

La Lili, o la Moni. (como te guste más)