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jueves, 4 de febrero de 2016

Diario de viaje: Venecia III

Imágenes nocturnas

Si Venecia ya es de por sí laberíntica y misteriosa, de noche se vuelve mucho más enigmática.
Las máscaras salen con sus faroles y sus trajes fastuosos, y el lugar obligado es la Plaza San Marcos.
Después de cinco días tratando de comprender cómo es el carnaval, y gracias a Alvise el joven conserje de la posada al que le gusta darnos charla cuando regresamos de la cena, pude deducir lo siguiente:

  • Hay tantas, tantas tiendas que venden máscaras en Venecia porque los cientos de miles de visitantes por lo menos se compra una para sacarse una foto o pasear.
  • Hay tanta cantidad de franceses porque seguro les encanta jugar a vestirse con la ropa de María Antonieta.
  • El equivalente del "me gusta" de Facebook para las máscaras es que las paren por la calle para sacarles fotos.
  • En general, el carnaval en Venecia es silencioso, salvo cuando aparecen en algún puente o plaza músicos callejeros. Nosotros vimos dos grupos muy lindos: uno jazzero y otro de percusión y también virtuosos del violín o de la la lira.
  • Hay espectáculos en algunos barrios pero por los atentados este año se prefirió evitar las concentraciones (eso nos explicó Alvise).
  • Los enmascarados se reúnen a tomar una copa en la céntrica confitería Florine en la Plaza San Marcos o en cualquier restaurante. 
Aquí van las increíbles fotos que pude sacar sin flash con mi camarita Lumix:
























miércoles, 3 de febrero de 2016

Diario de viaje: Venecia II

La ciudad de los canales


Venecia es una ciudad peatonal, es decir, cuando llegamos a esta ciudad nos olvidamos del auto, del taxi, del colectivo, de las bicicletas y las motos. En Venecia hay que caminar y mucho. Los mapas poco sirven en este laberinto de callecitas por eso hay que seguir los cartelitos "Per San Marco", "Per Rialto", "Per l´Accademia" y luego dejarse llevar, lo peor de perderse es llegar unos minutos más tarde a destino pero encontrar maravillas. Porque cada rincón de Venecia tiene su encanto.




Como está compuesta por numerosas islitas vamos cruzando puentecitos y es ahí donde aparecen los canales y las góndolas. ¡Ahhh, qué belleza los reflejos de las casas en el agua! ¡Cuánto tiempo detenido en cada reja, en cada muro roído por el agua!
Y ni hablar cuando llegamos al Gran Canal... Ahí se amplía el mundo y nos quedaríamos horas apoyados en el puente de la Accademia o en cualquiera de los muelles viendo pasar los vaporettos, las lanchas con todas las mercancías, las góndolas con sus gondoleros y la gente con sonrisas maravilladas.

Aquí van fotos de canales y góndolas, muchas, porque me volví adicta a los reflejos.




































lunes, 1 de febrero de 2016

Diario de viaje: Venecia I

Máscaras venecianas


Llegar a Venecia un domingo de carnaval es entrar a un mundo de maravillas. Por más que creía que sabía lo que me iba a encontrar, esta ciudad escenográfica me deslumbró con su desfile de máscaras que aparecen por todos lados.

En Venecia, dan ganas de ponerse un antifaz para ser por un rato Colombina, el doctor de la peste, o por qué no, una dama o caballero del siglo XVIII paseándose por la plaza San Marcos como si fueran los dueños de los imponentes palazzos de alrededor.

Divertido, colorido, misterioso... hermoso e inigualable es el Carnaval de Venecia.

A continuación las fotos que saqué con mi camarita Lumix jugando a ser la gran fotógrafa... Los enmascarados se pasean con parsimonia y disfrutan ser objeto de los halagos y fotografías de todos los encantados curiosos. Mi timidez irredimible, sin embargo, prefiere las fotos robadas, estas que pude captar por aquí y por allá.

¡Acá va la primera entrada del Diario de viaje, destino Venecia!
















"Usar las máscaras ha sido  un modo de sentirse distintos, una transgresión a la regla durante siglos en Venecia, una sociedad en la que existían las barreras sociales.
 En cambio el rostro ambiguo de las máscaras representó la única alternativa permitida por la ley para ser iguales."

Este mural en la pared de atrás de una tienda de trajes de carnaval expresa de manera sintética  el misterioso efecto de esta fiesta, que no es comparsa, ni samba, ni tambores, ni murga. Tampoco pomos y espuma para burlar al desprevenido; el carnaval de Venecia transcurre en las calles.
Toda la ciudad con sus callecitas es el escenario por el que aparecen las máscaras solas, de a dos, de a tres, de a seis... Desde su anonimato posan gustosas para los desconocidos fotógrafos en un acto supremo de narcisismo. Acá estoy, mírenme, ámenme... Detrás de la máscara no sabemos si hay una joven o una vieja mujer, o un varón... 

Género, color, edad desaparecen detrás de la imagen atemporal de la belleza.