Visitas al blog

sábado, 24 de octubre de 2015

Abanico de soltera (textos deshojados para una Rosa granadina), Andrea Juliá

En la obra se festejan 10 años de vivir con poesía


Este año me encontré dos veces con el duende. Peregriné en enero hasta Granada, para caminar las calles del Albaycín, donde todavía resuenan sus pasos sobre los puentes del río Darro y ascendí la cuesta hacia la Alhambra, por cuyos jardines se paseó llenó de sueños. Visité su casa y entré a su cuarto de soltero donde encontró en los meses de verano la tranquilidad y la protección familiar para escribir sus obras de teatro. La segunda vez se me apareció de golpe, ni bien se apagó la luz y en el escenario lo sentí encarnado en el amor de la compañía Teateatro que lo lleva de la mano por distintos escenarios del  país y del mundo desde hace diez años.



Un proyecto teatral que entreteje la vida de un poeta español y una actriz argentina. Un poema dramático encarnado en la voz y el cuerpo de Andrea Juliá. Tanta vida, tanto amor y tanta poesía traspasan la piel del espectador y llegan directamente al alma. 


Abanico de soltera enhebra momentos de Doña Rosita la soltera y un homenaje visceral a los últimos años de Federico García Lorca. La actriz y autora del texto se pone en los zapatos de Rosita y de Federico, les presta su cuerpo y su voz, los convoca, y ellos se alternan sobre el escenario con sus propias expresiones y movimientos. 


"-Yo lo sabía todo.
-¿Volverás?
- Sí, volveré"
Presa de esa promesa, la rosa granadina, como la rosa mutabilis, irá perdiendo su rojo que quema para ir poniéndose blanca como mejilla de sal.


"- Mujeres para la boda signadas por la espera del dìa del casamiento, razón de ser de la formación que han recibido. Mujeres de educación cursi, basada en el fingimiento. Mujeres que viven como si tomaran decisiones, como si fueran felices. Pero nada de eso es verdad. Mujeres que tienen las manos blancas, suaves, inútiles, acostumbradas a hacer flores de seda, o encajes, que no saben lo que es lavar la camisa de un hombre o los pañales de un niño."


El texto de Andrea Juliá dialoga con los textos lorquianos, se funde de tal modo que cuesta reconocer donde termina una voz y comienza la otra...

"- Y un día bajo al paseo y me doy cuenta de que no conozco a nadie; muchachos y muchachas me dejan atrás porque me canso, y uno dice "ahí está la solterona" y otro hermoso, con la cabeza rizada, que comenta: " a ésa ya no hay quien le clave el diente".
Y yo lo oigo y no puedo gritar, sino vamos adelante, con la boca llena de veneno, con unas ganas enormes de huir, de quitarme los zapatos, de descansar y no moverme más, nunca de mi rincón."

"Quiero huir, quiero no ver, quiero quedarme quieta, vacía, serena (¿es que no tiene derecho una pobre mujer a respirar con libertad?). Y sin embargo la esperanza me ronda, me sigue, me persigue, como un lobo moribundo que apretara sus dientes por última vez."


El drama de esa mujer sin misión, muerta en vida por aferrarse a una ilusión y moldeada por el corsé de la sociedad patriarcal parece muy lejos de la mujer contemporánea, sin embargo destila la esencia del destino trágico femenino. 


La obra es una bella elegía, un altar, un homenaje a un poeta demasiado hermoso que mataron demasiado temprano. Y la pelota de angustia en la garganta de los que amamos al poeta desde la primera vez que alguien nos leyó sus versos o conocimos a sus personajes, se deshace en la belleza de la hermosa mortaja que nunca pudo ser velo de novia, solo espuma blanca de llanto para el muerto: "Lamento pobre y gitano. Lamento, lamento tanto. Dame tu mano sudada y llévame a tu costado. Poeta de las mujeres, de los niños, de los solos e indefensos que te entregaron canciones y te robaron pasiones".


Además de la exquisita actuación de Andrea Juliá, resultan un verdadero deleite el vestuario, escenografía y utilería de Miguel Ángel Nigro y la música original de Gustavo Testa. Todo ordenado en un montaje perfecto por su director Horacio Medrano.


Cuando terminó la obra, me acerqué timidamente a la actriz quien me saludó con un abrazo generoso y solo pude decirle "gracias". Esto es lo que todavía siento al escribir estas palabras.


Los que asistan a las últimas tres funciones de Abanico de soltera, los domingos 8, 15 y 22 de noviembre en el Celcit, sentirán que fueron invitados a la fiesta de la vida.


Las hermosas fotos de esta entrada pertenecen a Marcelo Solís, quien redobla la belleza con su fotos exactas y sensibles.

Para quienes quieran más Granada y más García Lorca:

Diario de viaje: Granada I. La patria de Federico

Diario de viaje: Granada II: La huerta de San Vicente:


domingo, 18 de octubre de 2015

Mi amiga del parque, Ana Katz



El otro rostro de la maternidad



Quizás porque soy mujer, quizás porque justo era un sábado al mediodía y yo salí, libre y sola a ver esta película en pleno dominio recuperado de mi tiempo y de mi voluntad en esta etapa de mi vida con hijos grandes. Quizás porque era víspera del Día de la madre y sobre todo quizás porque alguna vez me sentí como Liz, la protagonista, es que no puedo separar el impacto que rozó la subjetividad propia de mi género, sino también mi propio mundo y experiencia.

Cuando comenzó la película y la cámara empezó a seguir la cotidianidad de Liz con su bebé, esos actos tan comunes y a la vez olvidados de lo que significa la vida con un bebé, algo muy fuerte se despertó en mí. Un recuerdo viscoso, una sensación amputada, sublimada… la de la tierna, heroica, extenuante, solitaria e indecible vida con un bebé. Basta mirar las ojeras de las madres con bebés, las espaldas encorvadas, las miradas un poco perdidas para comprender ese estado de enajenación que no tiene prensa en las publicidades ni en la mítica imagen de la madre abnegada y realizada. 



Mi amiga del parque, con una frescura y una originalidad inusual, nos pone muy cerca de Liz, sentimos sus miedos y su soledad, quisiéramos darle algún consejo inútil, abrazarla, hacerle "el aguante"… Porque la entendemos, claro que la entendemos bien. 
En una escena sublime, antológica, que guardaré para siempre en mi cajita de escenas perfectas del cine de todos los tiempos, Julieta Zylberberg, esta Liz entrañable, entra a darse una ducha y por supuesto entra a su bebé al baño, en un gesto que todas las madres hemos hecho alguna vez. Hasta ese punto de dependencia llegamos, ni un minuto para cerrar los ojos tranquilas debajo del agua, porque ahí hay una vida que depende completamente de nosotras, así lo creemos o nos lo han hecho creer. ¿Por qué llora Liz debajo de la ducha?... ¿Porque su esposo se ha ido a trabajar a Chile y está sola con su bebé? ¿Porque su madre ha muerto hace menos de un año? ¿Por qué nunca ha podido amamantarlo y se siente culpable? ¿Porque extraña su trabajo en la editorial? ¿Porque sus hormonas post parto tienen desequilibradas sus emociones? Probablemente ni ella misma lo sepa... La abruma la vida.


Como el médico pediatra le aconseja que lleve al bebé al parque, aunque sea invierno, para que socialice, para que esté al aire libre, Liz saldrá todos los días y allí encontrará a una nueva amiga, en las hamacas con su bebita. Rosa es ambigua, demandante, intrusiva. Entra en la vida de Liz como “Pancho por su casa”. Rosa no la juzga, ¿qué va? Sus principios morales son bastante cuestionables, es una simpática buscavidas que arrastrará a Liz y a nosotros, espectadores, al riesgo. Liz necesita confiar y confía, a pesar de todo. Necesita de esa libertad de Rosa y de su hermana Renata. Liz necesita una experiencia “a lo Thelma y Louise”, esa con la que alguna vez todas hemos soñado.



Y es en esta relación en la que la película se muestra más genuina y brillante. Sacude nuestros prejuicios y nuestros miedos. Porque el film habla de la maternidad sí, pero sobretodo de lo importante que son para nosotras, las mujeres, esos encuentros con amigas, muchas veces fugaces o temporarios, con las que nos hace tan bien salir al bosque a jugar, para olvidarnos un poco de tanta responsabilidad, tanto trabajo y tanta culpa por no saber ser lo perfectas que indican los manuales o los doctores Sokolinskys de todos los tiempos.



Y como siempre en este blog el arte se mezcla con la vida, en este día de la madre brindo por todas las alegrías pero también por todas las angustias, los miedos, los fracasos, las imperfecciones que tuve como madre. Mis hijos ya se valen solos, son dos hombres peleándole a la vida. Sé que no fui tan importante, los cuidé como cuidan las hembras a sus cachorros, logré que no se lastimaran físicamente pero nunca pude ni podré ahorrarles los dolores del corazón que duelen más. 

Cada vez creo menos en los mitos impuestos, no sé lo que es el “nido vacío”. Me hace feliz que puedan y quieran vivir su propia vida. 
Somos madres, sí, felices de serlo. Pero así como para él varón nadie imagina que el rol de padre es su única misión en este mundo, para las mujeres la vida también es vasta y la maternidad es una experiencia valiosísima -para quienes la elegimos- que no nos define ni nos agota sino que nos enriquece y nos humaniza.




Argentina/Uruguay, 2015

Dirección: Ana Katz.

Guión: Inés Bortagaray y Ana Katz.

Duración: 85 minutos.

Intérpretes: Julieta Zylberberg, Ana Katz, Maricel Alvarez, Mirella Pascual, Daniel Hendler y otros.


Me gustó mucho esta mirada masculina de la película, para los varones que quieran verla: 



miércoles, 14 de octubre de 2015

II Ciclo de Performance: Ensamblajes violentos

Octubre violento en Buenos Aires


Buenos Aires tiene ese no sé qué... no deja de sorprenderme. En una galería de arte de la calle Bartolomé Mitre al 1500 durante todo el mes de octubre, los porteños pueden asomarse al mundo de la performance.

Con el título "Ensamblajes violentos", su curador Sebastián Kalt ha reunido interesantísimas formas de esta disciplina poco conocida para la mayoría de los aficionados al arte. 




"Bajo el lema ENSAMBLAJES VIOLENTOS, las seis performances especialmente comisionadas para este II Ciclo de Performance en Pasaje 17 utilizan el ensamblaje de objetos encontrados (físicos, textuales, sonoros) como procedimiento para la identificación de diferentes formas de violencia física, emocional y/o simbólica a las que somos sometidos y a las que sometemos a otros. La selección y apropiación de objetos/materiales hecha por los artistas es un recorte de la realidad que da cuenta de su entorno y su presente. El ensamblaje de los mismos como performance es de carácter social y convierte al espectador en testigo de violencias con las que parece hemos aprendido a convivir."



Contrapunto performático sobre la violencia de género


En esta entrada me referiré a dos de las tres propuestas que tocan el tema de la violencia sobre el cuerpo y la psiquis de la mujer. Ambas tienen como protagonista a la actriz María Emilia Franchignoni que deslumbra y emociona por su virtuosismo y entrega. Sorprende el amplio registro que va desde la más completa aniquilación del yo, que lleva a la acriz al punto cero de la existencia en "Hábitat" hasta la verborragia y exposición descarnada en "des.con. figuración"


Hábitat
de María Emilia Franchignoni 



"Una instalación performática acerca del femicidio. ¿Qué es lo que está detrás –y delante- del descarte de los cuerpos de las mujeres como basura?"

Las precisas coordenadas de un hallazgo morboso: el cuerpo de una mujer ultrajada dentro de una bolsa de consorcio. La imagen repetida hasta el hartazgo en los noticieros es el disparador de una ascética performance sobre el femicidio que nos interpela y nos sacude, nos incomoda y nos avergüenza.

El sonido ambiente de esa precisa esquina de Buenos Aires se entreteje con los sonidos de la calle y con las imágenes  de la realidad que se cuelan en la ficción a través del ventanal. 

Absurdo  e impotencia que se repite cuando la realidad nos golpea con "una más" aunque ríos de mujeres salgamos a la calles a manifestar como un mantra "ni una menos".

06, 14, 22 y 30 de octubre a las 19:30 hs.


des.con.figuración
de María Emilia Franchignoni y Sebastián Kalt



"Construida a partir de titulares de revistas encontrados en forma de afiches publicitarios en la vía pública, la performance desnuda un obstinado mecanismo que busca modelar a cualquier sujeto que se reconozca o quiera ser reconocido como femenino."

En "des.con.figuración" se reúnen la experiencia y el talento del director Sebastián Kalt con la ductilidad y entrega de María Emilia Franchignoni. La performance deslumbra desde la perfección formal hasta el interesantísimo concepto construido y deconstruido a partir del discurso hegemónico de los titulares de las revistas de actualidad que taladran mentes y cuerpos e instalan ideales de belleza, éxito y felicidad. 

La performance es de una belleza inexpresable, cada momento es una efímera foto que perdura en nuestras mentes asociada a las imágenes más bellas que hemos admirado. El texto se construye en la voz y en el cuerpo de la performer que se deja atravesar, configurar y aniquilar por ese discurso que se le impone desde las marquesinas iluminadas que contienen las tapas de los semanarios más populares.


30 de septiembre, 08, 16,19 y 27 de octubre a las 19:30 hs. 
31 de octubre a las 21:00hs.Parte del programa de La Noche de los Museos.


Mi más ferviente recomendación. No se pierdan estas performances, con entrada libre y gratuita. 
Para más datos pueden consultar la página web del Espacio de Arte Pasaje 17

sábado, 3 de octubre de 2015

Hombre irracional, Woody Allen

Crimen y castigo


“Al fin sólo he matado a un piojo, Sonia; a un piojo inútil, asqueroso, pernicioso... ¿Qué crimen? ¿El que haya matado a un piojo nocivo, asqueroso, a una vieja usurera que no hacía falta a nadie? Por matarla habían de perdonarle la mitad de los pecados. Esa vieja chupaba el jugo a los pobres. ¿Eso es un crimen? No pienso en él, ni pienso lavarlo”.


 Palabras de Rodion Romanovich Raskolnikov, protagonista de Crimen y castigo  Fedor Dostoievski (1866)




Una nueva de Woody, y allá vamos, a no perdernos la sorpresa y la emoción que nos produce saber que nuestro querido antihéroe sigue peléandole a la vida con una película por año.

Ni bien se oscurece la pantalla y aparece la típica tipografía de todas sus películas nos sentimos en casa. Esta vez, el rostro incómodo de Joaquin Phoenix y su voz en off nos reciben para contarnos otra historia de un adulto hastiado y desesperanzado de la vida, un intelectual recalcitrante, profesor de filosofía alcohólico perdido, prestidigitador de la apolillada filosofía existencialista con la que enamora a sus alumnas y seduce a una de sus colegas del bello campus de una universidad en Rhode Island.

Hasta aquí, parecería ser otra versión de las típicas historias de Woody Allen de un adulto cincuentón, en plena crisis existencial. Sin embargo, como ya nos tiene acostumbrados, recurrirá a la intertextualidad para darle a la película las resonancias interesantes que nos hacen buscar los detalles de la trama que aluden a la reelaboración y ¿por qué no? , al homenaje de una conocida obra literaria.

En este caso, explícitamente aparece la novela rusa Crimen y castigo de Fedor Dostoievski, libro que aparecerá marcado y subrayado en una de las escenas de la película.


La obsesión y el capricho en el amor, la suerte y el azar,  la insatisfacción de la clase media, el egoísmo, el límite ético que mide el valor de la vida de los otros. Esos son los principales temas del film.

Con diálogos ágiles e interesantes, excelentes actuaciones, escenarios exquisitos. Con un guión inteligente y fluido, ácido y crítico. Con largas caminatas por jardines, parques y playas... Con sus imágenes amables, los textos y la música, Woody nos demuestra su oficio.

Pareciera tener poca confianza en el ser humano, sin embargo aquí, como en Manhattan, Woody pone la esperanza en los jóvenes, capaces de cuestionamientos morales e intansigencias. Los enormes ojos soñadores de Jill ( Emma Stone), tuvieron que ver demasiado para crecer.




viernes, 2 de octubre de 2015

Los libros en mi vida


Hoy una de mis alumnas de 6º año de la secundaria me mostró unas fotos de una obra que había hecho para Arte, un libro de artista trabajado con un libro que había rescatado de la biblioteca inundada, recortado y completado con bellísimas flores de papel realizadas exquisitamente a mano. 
Yo me emocioné, esa imagen tan bella y tan potente, que Fátima intuitivamente había creado, simboliza de manera perfecta mi amor por la literatura, mi vocación de toda la vida.

Por eso hoy esta obra de esta artista de 17 años es la portada de Razón del gusto y el tema de esta entrada.

Libro de artista, Fátima Fernández (2015)


Agrego también esta tira de Liniers que encontré hoy... ¡ y que vivan las buenas historias, esas dentro de las cuales da gusto perderse!