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martes, 13 de marzo de 2012

Las acacias, de Pablo Giorgelli

Cuando el cine es tan parecido a la vida



"Las acacias" de Pablo Giorgelli, despertó mi interés solamente por una foto que apareció en mi blog favorito, Morir en Venecia. Hace años que soy una fiel seguidora de este espacio dedicado al cine que Carolina Giudice escribe con inteligencia, originalidad y exquisito buen gusto. Sus "Top ten" del año, son mi lista de "deberes" para el verano y "Las acacias" estaba en el puesto Nª1 de los estrenos 2011 del cine nacional. 
"Las acacias" es una película de esas que me gustan a mí, una de las que cuentan historias de segundas oportunidades en la vida. Historias de encuentros entre personas que ya no esperan nada, seres solitarios que se han acostumbrado a la soledad y se han puesto una coraza para que nadie los haga sufrir más.
 El hecho de que los protagonistas no sean dos caras conocidas del espectáculo ayuda mucho a subrayar el naturalismo y la verosimilitud, así como también el sonido ambiental del motor del viejo camión Scannia anaranjado que se irá transformando en lo más parecido a un hogar para estos tres extraños, que compartirán la larga travesía desde Paraguay hasta Buenos Aires.
Película de pocas palabras, solo intimidad y paisaje. La carretera, transformada por los distintos colores del día, los paradores para camioneros, las estaciones de servicio y la cabina del Scania son los espacios en los que se desarrolla una trama simple. Ellos no saben nada uno del otro, al principio sólo hay recelo y tensión. Pero la mirada inocente de la beba , que al principio del viaje aparece como una molestia para el solitario camionero, va tendiendo puentes, va curando heridas, abre la posibilidad de un futuro aunque la película sea sólo presente en movimiento.



La opera prima de Pablo Giorgelli recibió importantes reconocimientos internacionales como el premio de la Cámara de Oro a la Mejor Opera Prima en el Festival de Cannes del 2011 y Mejor Película durante la sección “Horizontes Latinos” del Festival de San Sebastián. Su aparente sencillez y naturalidad están respaldadas por una bellísima y cuidada fotografía sobre la cual recomiendo leer el siguiente comentario de Diego Poleri, director de fotografía  de la película. Para los amantes del cine, es apasionante descubrir todo el arduo trabajo detrás de escena para que la ficción nos parezca tan parecida a la vida misma.

5 comentarios:

  1. La película es muy buena. Me gustó porque derriba prejuicios, todos pensamos "Seguro que ahora el camionero la va a..." o Uy! ahora ella va a hacer..." y por suerte nada de eso sucede.
    Es una película diáfana y optimista, una historia chiquitita que transcurre en este mundo hiperinformado e incomunidado...

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  2. Me gustó la película y me pareció una idea original, como bien escribis, con caras no contaminadas por la pantalla televisiva. gente común en una situación normal, ese viaje atravesando dos países.
    Excelente blog, que ya llega a las 3000 vistas !!

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  3. ¿Gracias a los dos por completar esta humilde entrada.!

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  4. Hola, Lili,
    ¡Muchas gracias por la mención y las palabras cariñosas! Respondo con demora porque estuve de vacaciones, desconectada, y recién ahora tengo la chance de escribirte. Me alegra mucho que hayas abierto este espacio para compartir sentires y recomendaciones.

    Un fuerte abrazo, y gracias de nuevo.
    Caro

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    1. ¡Gracias, Caro!
      Tengo un cuaderno lleno de ideas, ojalá me dé el tiempo y no me trague la actividad del año para poder seguir con este proyecto que me gusta mucho.
      Un abrazo grand para vos también, y seguimos conectadas por esta maravillosa conexión de blog a blog!

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