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miércoles, 5 de abril de 2017

Primavera 2017 en Cardiff

Crazy, crazy city...


Cardiff, capital de Gales, es una ciudad especial. Ya perdí la cuenta de las veces que vine por trabajo y nunca deja de sorprenderme y maravillarme. Por su marcadas tradiciones, por su espíritu festivo, por la magia de sus parques, por sus  rarezas.

Una de esas rarezas es que en el medio de la calle principal de la ciudad que está a varios kilómetros de la bahía, en vez de palomas y gorriones hay gaviotas, que vuelan violentas sobre los peatones y bajan en picada cuando divisan algún resto de comida. Hoy me recordaron la película "Los pájaros" cuando pasaron tan cerca de mi cabeza. Y, claro, empecé a reírme cuando vi a una de ellas cagándose en la estatua de algún señor que debe ser alguien muy  importante del lugar. Una señora de acá que desataba su bicicleta y me vio sacando la foto empezó a reírse conmigo y dijo: "Shit out of luck" ( Mierda de suerte...)




Acá los fines de semana, aunque haga 5 grados bajo cero, las chicas y no tan chicas, sin importar su altura o su peso se ponen sus vestidos escotados, sus zapatos de taco y salen a divertirse. Despedidas de solteras, baby showers, cumpleaños de 30, 40... todo es ocasión para festejar con disfraces, globos, música y, por supuesto, mucho alcohol.
Y ni hablar cuando hay partidos de rugby... ver las huestes de hinchas con los colores de sus equipos yendo al estadio es un verdadero espectáculo.

Hoy por ejemplo, a las cinco de la tarde cuando el taxi nos traía de la oficina, encontramos el centro literalmente invadido por jóvenes universitarios con remeras rojas y verdes. El taxista nos explicó que es el encuentro anual de la juventud unversitaria de las universidades de Gales. En este caso la Universidad de Cardiff contra la Universidad de Swansea se enfrentaban en partidos femeninos y masculinos en el enorme Millenium Stadium.
Algo así como una fiesta de la primavera deportiva con miles de espectadores que se dan cita en esta ciudad. Mucha, mucha cerveza por todos lados, charlas, cantos y gritos... y la policía cuidando de "los chicos" para que no los atropelle un colectivo cuando se bajan de la vereda.Cuidando que la fiesta se desarrolle en paz pero nunca reprimiendo... Algo curioso de ver para una argentina de mi generación.

Acá van estas fotos alegres que seguramente a ustedes también les arrancarán alguna sonrisa...


















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