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lunes, 20 de febrero de 2012

"El artista" de Michel Hazanavicius

 A Julián, con quien disfrutamos este film único y a quien le debo muchas de estas ideas.



"The artist", el film francés nominado para 10 Oscars, es una película encantadora, en el sentido completo de la palabra porque es amena, tierna, bella pero también porque nos hipnotiza, nos encanta con su magia. Creo que si una cámara hubiese estado filmando a la platea del Cinema Paradiso de La Plata (adonde voy a menudo a ver las películas que nunca se estrenan en Quilmes), habría captado la misma expresión embelesada y concentrada del público que aparece en la primera escena de la película. En un elegante teatro se está estrenando la película muda de  George Valentin (Jean Dujardín), una estrella absoluta en el año 1927. Del otro lado de la pantalla, el productor y el elenco asisten ansiosos a la proyección y salen, al final, al escenario para recibir la ovación del público. Con gran acierto, el realizador subraya la importancia de la música para el cine mudo mostrando la imponente orquesta que acompañaba la proyección.
La falta de sonido en los créditos luego reemplazada solo por la música que va creando los distintos climas de la historia narrada y la falta de sonido ambiental hacen que agudicemos tremendamente la concentración y la observación. Así, empezamos a intentar leer los labios de los personajes, aunque más nos dicen los gestos, las miradas, las sonrisas. Los separadores con los diálogos nos permiten darle otra importancia a las palabras separadas de la imagen. Cada mínimo detalle del vestuario o de los decorados cobran un inusitado valor. El blanco y negro, con sus exquisitas gamas es muy apropiado para contar una historia de esa época y hay momentos de una gran belleza.


Quizás porque no hay que escuchar y leer los subtítulos tenemos toda la atención para valorar los encuadres, los montajes. Por ejemplo, el procedimiento para resaltar el paso del tiempo y la paulatina degradación de la pareja del actor, sintetizada en la sucesión de desayunos, nos recuerda lo mejor de "Citizen Ken" de Orson Welles.

 "The artist" es una película sobre la industria del cine que devora desde siempre a sus primeras figuras. El descenso de George Valentin y el meteórico ascenso de Peppy Miller, que se hace conocida por salir en la tapa del diario como una de sus fans, queda plasmado simbólicamente en el encuentro en las escaleras de la productora cinematográfica. Cuando, con la crisis del 30, Valentin produce y dirige la última película muda que lo llevará a la quiebra, la joven actriz se transforma en el rostro amado del cine sonoro. "The artist" es también una historia de amor, bien contada, con momentos sublimes como las tres escenas en que la pareja baila. La transición de las tomas fallidas que deben repetirse y que muestran "la flecha de cupido" es una escena antológica del cine romántico de todos los tiempos.


Pero no nos confundamos. "The artist" no es una película simple o ingenua como quieren ver algunos. Como enfatizó rotundamente al salir del cine Julián, mi hijo de 17 años,  es una película moderna que nos demuestra que en la era del 3D sólo hace falta una buena historia, actores carismáticos, buen gusto e inteligencia para hacer entretener y emocionar. Todos los otros recursos están ahí, para que el director elija qué hacer con ellos. Cuando salimos del cine nos queda bien claro que el Technicolor y el sonido Dolby, en esta película estaban de más y ...¡qué impacto producen los pocos sonidos ambientales, tan bien puestos!

El título,"El artista", se refiere sin dudas al protagonista, este galán de cine mudo con la sonrisa seductora de Gene Kelly y el elegante porte de Roberto Valentino, cuya peripecia es narrada con toques de humor y drama. Pero después de ver la película, para mí alude también a la función del director, este gran "artista", mago de las imágenes. Hazanavicius es el artista que logra sorprendernos con este film original e inclasificable.

Vayan preparando el Oscar para Uggie, el perro de la película... Co-pratagonista innegable, este simpático perrito blanco y negro con su actuación impecable, aporta frescura, dinamismo a la película y logra que todos salgamos sonriendo y hablando de él.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo, el poder de una buena historia comunicada con las herramientas básicas del cine, pero no por ser básicas son menos efectivas. A mi también me encanto esta peli!

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