"Él -Tomas cualquier objeto, lo pones en un museo y cambias la forma en que la gente lo ve. No es el objeto lo que importa sino la percepción que tenemos de él.
Ella- Si su nombre es Jasper Jones, puede hacerlo.
Él- Si su nombre es Marie ( la hermana de Ella) también lo puede hacer. La forma en que ella mira a su marido cambia su valor. Mira esos cipreses, son únicos... Quiero decir, nunca veremos dos cipreses iguales. Son viejos. Alguien me dijo que en algún lugar tienen hasta mil años. La originalidad, la belleza, la edad y la funcionalidad. La definición de una obra de arte, de hecho. Sólo que no estamos en una galería, sino en el campo. Y por lo tanto no reciben la atención que se merecen"
Este es un fragmento de la larga escena en el auto, en la que la pareja protagonizada por Juliette Binoche y el tenor inglés William Shimmell conversan sobre la vida y el arte. Y es que lo mejor de esta bella película, filmada con la luz dorada de la Toscana en verano, son los intensos diálogos. Es fácil identificarnos con él o con ella según las experiencias de género; nos resulta interesante lo que discuten sobre el valor del original y la copia en el arte. Idea planteada ya desde el inicio que muestra un escritorio donde se presentará a un auditorio el libro, cuyo título precisamente es el título de la película.
En "Copia certificada", proliferan los espejos, los reflejos en los vidrios de las ventanas o en el parabrisas, las pinturas y esculturas en este bella región de Italia que es un museo al aire libre. Se hablan tres lenguas: el italiano, el francés y el inglés y los idiomas en este film (como en la vida misma) funcionan como máscaras para que se expresen los distintos personajes que conviven en cada uno.
Podría haber sido una película sobre la desilusión, sobre el paso del tiempo, sobre el amor. Y en un momento caemos en las redes del melodrama y nuestro corazón romántico acompaña a Ella frente al espejo, Ella que quiere reavivar la pasión desvaída por 15 años de matrimonio pintándose los labios con rouge, bien rojo. Ella que quiere exacerbar su femineidad con unos aros largos, revivir la ilusión de las promesas de la boda en el candor de los recién casados que conoce en la iglesia o regresando a la habitación número 9 donde fueron felices. Y casi, casi, quedamos atrapados en el romanticismo que nos hace recordar a la famosa "Te querré para siempre" de Roberto Rosellini. Pero la Binoche no es Ingrid Bergman y Kiarostami no es el Rosellini de los 50.
El cineasta iraní, nos recuerda al final, que como en su maravillosa " El sabor de la cereza", él es un artista que no deja certezas sino preguntas. Que nos propone elegir. Elegir un final. Elegir una explicación para esa historia que nos narra en la que nada es tan simple como quisiéramos.
¿Qué elegirá Él, el frío y tan seguro de sí mismo intelectual inglés, al final, frente al espejo, con ese paisaje detrás enmarcado por la ventana que parece un cuadro renacentista, mientras suenan las incesantes campanadas de la iglesia?
"Copia certificada" es una película bella por su luz, por las lágrimas de la Binoche, por los paseos por la Toscana, los íntimos cafés y restaurantes, los museos y las iglesias. Se parece a la vida pero, cuidado, no es más que una mera representación.
Bellísima película, Lili!
ResponderEliminar¿Podrá la representación que lleva a cabo la pareja ser la "copia certificada" de quince años atrás? Él, tan racional en su defensa del "original", ¿será capaz de aceptar la re-presentación de la felicidad de aquella vez? Ella, en su defensa de la "copia", ¿será capaz de entender que en toda repetición se "origina" la diferencia? Mirarse al espejo, repetirse en el tiempo, ser el original y la copia... ¿La vida "copia" al arte o el arte "copia" a la vida?
Con respecto al riquísimo diálogo que reproducís, ¿te fijaste cuántas veces la cámara se concentra en la mirada, en la percepción de los personajes antes que en el objeto, antes que en lo mirado?
"Copia certificada" es una película bella por todo lo que decís. Y tu percepción la vuelve más bella, diría J-j-j-ames, diría K-k-kiarostami...
Gracias por completar la percepción de esta película bellísima que nos deja tantas preguntas...
EliminarSí, es muy importante el encuadre y las miradas. Te fijaste en todos los planos simultáneos que hay en la iglesia cuando van a ver los casamientos? La chica en primer plano, con esa expresión patética y ese brazo que la toma del hombro como una posesión pero la persona está fuera de campo. Y detrás los novios ilusionados... Y uno no sabe qué mirar...
Un abrazo y gracias por el diálogo!!!
Si estas dos damas la recomiendan, tengo que ponerla en mi lista! Gracias a las dos por los comentarios y la recomendación. Ya hace rato que sigo las sugerencias de ambas en materia de cine y hasta ahora nunca me arrepentí!
Eliminar